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Abrir una botella sin sacacorchos suele ser un problema y aunque nuestro ingenio no tiene límites a veces hay una solución sencilla. Por ejemplo, si tienes a mano alguna herramienta. En concreto un tornillo, un destornillador y un alicate.
Cogemos el tornillo y lo atornillamos al tapón sin llegar a meterlo del todo. Si no contamos con un destornillador, habrá que apretar a mano o con lo que sea, utiliza el ingenio – siempre con seguridad ─. A continuación, tiramos del tornillo con el alicate para sacar el tapón, sin llegar a sacarlo del todo.
Termina la extracción del tapón a mano. Evitarás salpicaduras indeseables.
Como ves, abrir una botella sin sacacorchos fácilmente es posible.
Salud y disfrutad.